Nacionalización del Petróleo venezolano.
El petróleo ha participado en la vida
venezolana como elemento más dinámico, determinante y decisivo en la
transformación política, económica y social de la nación.
Ésta pasó de ser un país de economía
agrícola, rudimentaria y atrasada con escasos ingresos, a otro con
mentalidad minera y con una economía dependiente de la explotación del
petróleo. De esta manera Venezuela se convirtió en un país monoproductor
y monoexportador de petróleo. Es así como se estableció la
característica de dependencia de este recurso que tiene la economía
venezolana.
A partir de 1958, después del
derrocamiento del régimen represivo de Marcos Pérez Jiménez, al
restablecerse el rumbo democrático, los gobiernos que surgieron: Rómulo
Betancourt (1958), Raúl Leoni (1963), Rafael Caldera (1968), Carlos
Andrés Pérez (1973), en cumplimiento a postulados nacionalistas de
propiedad, soberanía y desarrollo, procuraron buscar una mayor
participación fiscal en el negocio petrolero.
Se deseaba encontrar mejores beneficios
para el país y ejercer un control más efectivo sobre esta industria
vital para la economía nacional. Ésta fue una de las causas que llevó a
buscar la nacionalización del petróleo.
En el momento en que asciende al poder Carlos Andrés Pérez (1973)
existía todo un conjunto de condiciones favorables para tomar las
medidas de nacionalización de la industria petrolera. Pero no es sino
hasta el año 1975, cuando el ejecutivo presentó al Congreso Nacional el proyecto de ley de nacionalización para el retorno integral del negocio petrolero a las manos del sector público.
Después de un largo debate, los congresistas aprobaron el proyecto y el 29 de agosto de 1975 se convirtió en Ley Orgánica, cuando el Presidente Carlos Andrés Pérez puso el “ejecútese” a esta ley conocida como Ley de Nacionalización del Petróleo.
Esta ley reserva al Estado Venezolano la exploración, explotación,
manufactura, refinación, transporte y comercio del petróleo, asfalto y
todo tipo de hidrocarburos. De esta manera el 31 de diciembre de 1.975
quedaron extinguidas las concesiones petroleras, anulado el derecho de
realizar actividades de la industria petrolera a quienes se les había
otorgado, las compañías trasnacionales.
El 1º de enero de 1976 en el pozo
Zumaque nº 1 en el campo Mene Grande estado Zulia, donde comenzó la
explotación petrolera, el Presidente Pérez proclamó ante el país la
nacionalización de los hidrocarburos y entró en vigencia la ley. A
partir de esta fecha, las propiedades, plantas y equipos entre otros
aspectos de las compañías concesionarias extranjeras pasaron a ser
pertenencias del Estado.
Fue la República de Venezuela la que
desde ese momento y mediante un grupo de empresas de su propiedad,
planifica, resuelve, financia, ejecuta y controla todas y cada una de
las actividades de la industria petrolera. Dentro de las empresas que se
crearon y quienes dirigen las operaciones del proceso petrolero están:
Maraven, Corpoven, Lagoven, todas bajo la coordinación de PDVSA.
Organización de Países Exportadores de Petróleo
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
Bandera de la OPEP
Fundación 20 y 25 de enero de 1972
en Bagdad (Irak)
Sede Viena (Austria)
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es una
organización intergubernamental, con sede en Viena.
Fue fundada en Bagdad,(Irak) el 14 de septiembre de 1960 a raiz de unos
acuerdos previos establecidos en el I Congreso Petrolero Árabe realizado en El
Cairo, (Egipto) a finales de enero de 1960 por iniciativa del Gobierno de
Venezuela presidido por Rómulo Betancourt, el entonces ministro de Minas e
Hidrocarburos venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo y el ministro de Petróleo y
Recursos Minerales de Arabia Saudita, Abdullah al-Tariki. Alfonzo señaló que
era necesario un "instrumento de defensa de los precios para evitar el
despilfarro económico del petróleo que se agota sin posibilidad de
renovarse".1
La OPEP "puede tener una gran influencia en el mercado de petróleo,
especialmente si decide reducir o aumentar su nivel de producción".2 La
OPEP controla aproximadamente el 43% de la producción mundial de petróleo y el
75% de las reservas de petróleo.[cita requerida] Su dominio en las
exportaciones de crudo se sitúa en alrededor del 51%.[cita requerida] Además,
concentra la totalidad de la capacidad excedentaria de producción de petróleo
del mundo, lo que, de facto, convierte a la OPEP en el banco central del
mercado petrolero.[cita requerida]
La cuota de mercado de la organización aumentará en el futuro, ya que la
Agencia Internacional de la Energía prevé que la producción de petróleo
convencional de los países que no forman parte de la OPEP alcanzará su máximo
alrededor de 2015.[cita requerida]
La OPEP es una organización reconocida desde el 6 de noviembre de 1962 por
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), gracias a la resolución número
6.363. La OPEP tuvo su sede en Ginebra (Suiza) entre 1960 y 1965, y después
trasladó su sede a Viena, gracias a las facilidades que otorgó el gobierno
austriaco.
Los estatutos de la OPEP dicen que su objetivo es coordinar y unificar las
políticas petroleras entre los países miembros, con el fin de garantizar unos
precios justos y estables para los productores de petróleo, el abastecimiento
eficiente, económico y regular de petróleo a los países consumidores y un
rendimiento justo del capital de los inversores.
Los países miembros lograron un significativo aumento del precio del
petróleo, sobre todo en los años 1973, 1974 y 1979, y una mayor participación y
control sobre la explotación realizada en sus territorios.
Función de la OPEP
Establecer precios justos
para los hidrocarburos, de tal manera que estos permitieran a los países
miembros convertir sus ingresos en instrumentos de superación del nivel
de vida de sus pueblos.
Orientar la estabilidad del
mercado petrolero, dirigiendo sus mejores esfuerzos para consolidar el
mercado de los hidrocarburos, tomando en cuenta los intereses de los
consumidores y productores.
Importancia para Venezuela en la OPEP
El petróleo constituye en
Venezuela la principal fuente de ingreso, por lo que se puede decir que
la economía y el presupuesto nacional esta sujeta a las fluctuaciones de
los precios internacionales impuestos por la OPEP.
El
petróleo ha sido considerado como un recurso de gran valor estratégico y
político, dentro de la OPEP, lo cual coloca a Venezuela en la
vanguardia económica petrolera, al ser uno de los países con mayores
reservas petroleras a nivel mundial.
Plan de la Patria (2013-2019).
Debemos señalar que el Segundo
Plan Socialista, para el período 2013-2019, ya es la actualización de la carta
estratégica que habrá de guiarnos por la ruta de la transición al socialismo
bolivariano del siglo XXI, contempla cinco grandes objetivos históricos, a
saber:
1.
Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos
reconquistado después de 200 años: la Independencia Nacional.
2. Continuar construyendo el
socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema
destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma de
seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de
felicidad” para nuestro pueblo.
3. Convertir a Venezuela en un
país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran
Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación
de una zona de paz en Nuestra América.
4.
Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la
cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el
equilibrio del Universo y garantizar la paz planetaria.
5. Preservar la vida en el
planeta y salvar a la especie humana.
El primero de ellos, relativo a
la consolidación de nuestra Independencia, se refiere al conjunto de objetivos
nacionales y estratégicos en los órdenes político, económico, social y
cultural, principalmente, cuyo alcance nos permitirá sentar las bases de la
irreversibilidad de la soberanía nacional.
Contempla la necesidad de
garantizar la continuidad del proceso revolucionario, lo que implica lograr la
más contundente victoria popular en las elecciones presidenciales del 7 de
octubre del 2012. Para ello, la unidad de los trabajadores y trabajadoras,
pequeños y medianos productores y productoras del campo y la ciudad, así como
demás sectores sociales del pueblo, es condición indispensable. Asimismo, se
plantea preservar la soberanía sobre nuestros recursos petroleros en
particular, y naturales en general. Lo anterior, a su vez, habrá de traducirse
en la capacidad fortalecida para manejar soberanamente el ingreso nacional.
Lograr la soberanía alimentaria, desencadenando nuestro potencial
agroproductivo, será otro de las objetivos estratégicos.
De vital importancia para el
logro de este primer gran objetivo, es el pleno desarrollo de nuestras
capacidades científico-técnicas, creando las condiciones para el desarrollo de
un modelo innovador, transformador y dinámico, orientado hacia el
aprovechamiento de las potencialidades y capacidades nacionales, así como la
necesidad de afianzar la identidad nacional y nuestro-americana, partiendo del
principio bolivariano de que “la Patria es América”.
Por último, se incluye en este
primer gran objetivo el fortalecimiento del poder defensivo nacional,
consolidando la unidad cívico militar e incrementando el apresto operacional de
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para la defensa integral de la Patria.
En cuanto al segundo gran
objetivo histórico, se prefigura en las formas de construcción del socialismo
nuestro para alcanzar la suprema felicidad social del pueblo, esto pasa, en
primer lugar, por acelerar el cambio del sistema económico, trascendiendo el
modelo rentista petrolero capitalista al modelo económico productivo socialista
, dando paso a una sociedad más igualitaria y justa, rumbo al socialismo,
sustentado en el rol del Estado Social y Democrático, de Derecho y de Justicia,
con el fin de seguir avanzando en la plena satisfacción de las necesidades
básicas para la vida de nuestro pueblo: la alimentación, el agua, la
electricidad, la vivienda y el hábitat, el transporte público la salud, la
educación, la seguridad pública, el acceso a la cultura, la comunicación libre,
la ciencia y la tecnología, el deporte, la sana recreación y al trabajo digno,
liberado y liberador.
Lo anterior se relaciona con la
necesaria promoción de una nueva hegemonía ética, moral y espiritual que nos
permita superar los vicios, que aún no terminan de morir, del viejo modelo de
sociedad capitalista. Al respecto, mención especial merece el propósito expreso
de seguir avanzando en el desarrollo de un modelo de seguridad pública para la
protección de la vida humana y direccionar una definitiva revolución en el
sistema de administración de justicia, para acabar con la impunidad, lograr la
igualdad en el acceso y erradicar el carácter clasista y racista en su
aplicación.
Por último, para el logro de este
segundo gran objetivo es estratégico desatar la potencia contenida en la
Constitución Bolivariana, logrando la irrupción definitiva del nuevo Estado
Social y Democrático, de Derecho y de Justicia, mediante la consolidación y
expansión del poder popular a través de las Misiones y Grandes Misiones
Socialistas y el autogobierno en poblaciones y territorios específicos
conformados como Comunas, entre otras políticas.
El tercer gran objetivo
histórico, convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico
y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el
Caribe, que garantice la conformación de una zona de paz en Nuestra América, se
orienta hacia la consolidación del poderío político, económico y social para lo
cual se requiere entre otras metas, la definitiva irrupción del Estado
Democrático y Social, de Derecho y de Justicia, y el fortalecimiento de la
estabilidad y la paz de la Nación.
Más allá, esta propuesta
histórica incluye el objetivo estratégico de desarrollar el poderío económico
nacional, aprovechando de manera óptima las potencialidades que ofrecen
nuestros recursos. Igualmente, se propone ampliar el poderío militar para la
defensa de la Patria, fortaleciendo la industria militar venezolana, y
profundizando la nueva doctrina militar bolivariana y el desarrollo geopolítico
nacional.
Lo cual comprende el compromiso
de seguir desempeñando un papel protagónico en el proceso de construcción de la
unidad latino-americana y caribeña, impulsando la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA) y Petrocaribe, así como dinamizando los
nuevos espacios regionales: la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la
Comunidad de Estados Latino Americanos y Caribeños (CELAC).
El cuarto gran objetivo histórico
implica continuar transitando el camino en la búsqueda de un mundo
multicéntrico y pluripolar, sin dominación imperial y con respeto irrestricto a
la autodeterminación de los pueblos. Por último, plantea la necesidad de seguir
sumando esfuerzos por desmontar el sistema neocolonial de dominación imperial,
eliminando o reduciendo a niveles no vitales el relacionamiento económico y
tecnológico de nuestro país con los centros imperiales de dominación, entre
otros propósitos.
El quinto de los grandes
objetivos históricos se traduce en la necesidad de construir un modelo
económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el
hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional y
óptimo de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la
naturaleza.
En tal sentido, es necesario
ratificar la defensa de la soberanía del Estado venezolano sobre los recursos
naturales vitales.
Este quinto gran objetivo
histórico, convoca a sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de
carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio
climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador.
Este Programa de Gobierno para la
Independencia Nacional y el Socialismo que presentamos, no es más que una
convocatoria a un amplio debate de ideas y propuestas en el seno del pueblo
venezolano, que sirva para elaborar el II Plan Socialista de la Nación Simón
Bolívar (2013-2019) y seguir conformando el gran bloque histórico, democrático
y popular integrado por los obreros y obreras, campesinos y campesinas,
estudiantes, afrodescendientes, indígenas, académicos y académicas, pequeños y
medianos productores y productoras del campo y la ciudad, comerciantes, transportistas,
motorizados, maestros y maestras, profesionales de la salud y en general,
servidores y servidoras públicos, mujeres, militares, pobladores, pescadores y
pescadoras, cultores y cultoras, deportistas, líderes comunales y sindicales y
de manera muy especial por la juventud venezolana.
Para lograrlo, podemos decirlo
parafraseando a nuestro Padre Simón Bolívar, la unidad es imprescindible para
la obra de nuestra regeneración.
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