Pacto de Punto Fijo
El 31 de octubre de 1958, en la residencia del Dr. Rafael Caldera, de nombre «Punto Fijo», se celebró el llamado «Pacto de Punto Fijo», mediante el cual los partidos Acción Democrática, Copei y URD se comprometían a darle un elevado tono al debate electoral y a respetar y hacer respetar el resultado de las elecciones.
Este pacto, se convirtió posteriormente en un pacto institucional entre los partidos AD y COPEI, y un tercer partido, que de acuerdo al número de votos ocupara un tercer lugar en los comicios. Primero fue URD y luego el MAS, la tercera pata del llamado pacto institucional, hasta el 2 de marzo de 1996, en que un nuevo pacto de COPEI con los partidos MAS y CAUSA RADICAL, por primera vez en la historia democrática del país, dejan fuera de la directiva del Congreso al partido Acción Democrática y el partido del Gobierno -CONVERGENCIA- y las otras fuerzas minoritarias que apoyaron la candidatura del Presidente Rafael Caldera.
Ante la proximidad de las elecciones generales de 1958, y luego de dos intentos de golpe militar, los candidatos presidenciales de los partidos Acción Democrática, Unión Republicana Democrática (URD) y Copei, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera, respectivamente, se reunieron en la residencia del candidato Caldera, la quinta Punto Fijo, en Caracas, para firmar un compromiso preelectoral. Expresamente se dejó fuera de este acuerdo al Partido Comunista de Venezuela, pese a que formaba parte de la Junta Patriótica, así como al Movimiento de Integración Republicana, en cuyo seno había notables personalidades.
Este compromiso se firmó el 31 de octubre de 1958, y por haberse realizado en la mencionada quinta, se le comenzó a llamar Pacto de Punto Fijo. Posteriormente, a partir de noviembre, el candidato de URD fue el contralmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, quien se retiró de la presidencia de la Junta de Gobierno para dedicarse a la campaña presidencial.
Mediante este pacto, los partidos Acción Democrática, Copei y URD se comprometían a darle un elevado tono al debate electoral y a respetar y hacer respetar el resultado de las elecciones; a establecer un gobierno de unidad nacional en el cual cada uno de los partidos signatarios tendría representación equitativa en el gabinete ejecutivo del que ganare las elecciones; a presentar al país un programa mínimo común.
El Pacto de Punto Fijo se cumplió a perfección durante el régimen de Rómulo Betancourt (1959-1964). Al gabinete asistieron adecos, copeyanos y urredistas. También se distribuyó la militancia tripartita en las gobernaciones y en los institutos autónomos. URD se retiró del gobierno y del pacto en 1962. Quedaron solos AD y Copei, hasta el final del período.
Luego, en el gobierno de Raúl Leoni, a nivel de gabinete lo que se aplicó fue el llamado gobierno de amplía base, conformado a partir del 5 de noviembre de 1964, por ministros de AD, Frente Nacional Democrático (FND) y URD. El FND, partido de Arturo Uslar Pietri, se retiró del gobierno en marzo de 1966. URD permaneció hasta abril de 1968, cuando se desligó de Leoni para hacer su propia campaña electoral.
Luego, en el gobierno de Raúl Leoni, a nivel de gabinete lo que se aplicó fue el llamado gobierno de amplía base, conformado a partir del 5 de noviembre de 1964, por ministros de AD, Frente Nacional Democrático (FND) y URD. El FND, partido de Arturo Uslar Pietri, se retiró del gobierno en marzo de 1966. URD permaneció hasta abril de 1968, cuando se desligó de Leoni para hacer su propia campaña electoral.
En cuanto a Rafael Caldera, signatario y anfitrión del puntofijismo, no hizo coalición de ninguna naturaleza. Gobernó solo, con Copei, haciendo un gobierno monopartidista. Este ejemplo lo siguieron otros presidentes, que si bien gobernaron con colaboradores independientes, no continuaron con el Pacto de Punto Fijo.
Esto, repito, a nivel de gobierno, de gabinete ministerial, Porque justo es decir que el Pacto de Punto Fijo continuó inalterable como pacto institucional. Es decir, en el Congreso se mantuvo desde Betancourt hasta 1996, el acuerdo para elegir presidente del Congreso a un miembro del partido de gobierno y vicepresidente a uno del partido que perdía, pero siempre en función de AD y Copei, elementos del bipartidismo. El pacto institucional se extendió a la elección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, Poder Judicial, Consejo Supremo Electoral (hoy CNE), Fiscal General de la República, Contralor General de la República y Procurador General de la República.
¿Hasta cuándo llegó el pacto bicameral? Hasta el 2 de marzo de 1996, cuando gracias a una triple alianza de Copei con los partidos MAS y Causa Radical, por primera vez en la historia democrática del país, deja fuera de la directiva del Congreso al partido Acción Democrática y al partido del Gobierno, Convergencia. Esta alianza tripartita duró dos años (1996 y 1997). Al finalizar el período de Caldera, la directiva. del Congreso (1998) quedó integrada por una nueva alianza, cuando Copei descartó al MAS y a la Causa R y se unió a Convergencia y a Acción Democrática. El 23 de enero de 1999, al tomar posesión el Congreso elegido el 8 de noviembre de 1998, el escenario fue totalmente distinto y se estrenó un acuerdo -referido exclusivamente al Parlamento- entre el MVR, Proyecto Venezuela y Copei. De este modo, el Senado quedó presidido por Luis Alfonso Dávila (MVR) y la cámara de Diputados por Henrique Capriles (Copei), dando otros puestos directivos a Proyecto Venezuela, el MAS y Patria Para Todos (PPT). AD quedó nuevamente fuera del control directivo del Congreso. ¡Quedaba liquidado el Pacto de Punto Fijo!
Los firmantes del pacto fueron: Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios (AD), Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Rivas (URD) y Rafael Caldera, Pedro del Corral y Lorenzo Fernández (COPEI), reunidos en Caracas, en la residencia de Caldera, de nombre Punto Fijo. El ganador de las elecciones realizadas en 1958 fue Rómulo Betancourt.
Se canalizo dentro de las siguientes pautas:
- Mantenimiento de la unidad en la divergencia.
- Tolerancia y mutuo respeto.
- “Libertad efectiva del sufragio”.
- “Despersonalización del debate”.
- “Erradicación de la violencia interpartidista”.
- Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral.
- Defensa de las autoridades constitucionales en caso de intentarse o producirse un golpe de Estado.
- Gobierno de “unidad nacional” (repartición del gabinete entre los firmantes mientras la democracia esté en peligro, y en caso de no desear formar parte del gabinete evitar la “oposición sistemática que debilitaría el movimiento democrático”).
- “Programa mínimo común” (“ningún partido unitario incluirá en su programa particular puntos contrarios a los comunes del programa mínimo”).
- “Frente unitario” de candidatos, planchas y programa; en caso de amenaza real de reagrupamiento de los grupos antidemocráticos.
- “Constitucionalidad estable que tenga en sus bases la sinceridad política, el equilibrio democrático, la honestidad administrativa y la norma institucional”.
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